Según
el vídeo que he podido visionar, podría decir que estoy muy de acuerdo con
Francesco Tonucci. Según este, cree que “La escuela que necesitan los niños es
la que más se parece a la que ellos quieren”. Los almunos proponen que les
gustaría un tipo de escuela en la que tuvieran árboles y frutas en el patio;
una escuela en la que se practicara, en la que se experimentara mucho más en
los laboratorios y talleres; escuelas que realizaran muchas visitas, es decir,
in situ, donde podrían conocer la materia en el lugar adecuado, lo más cerca
posible a la realidad; una escuela en la que el cariño y el respeto fueran la
base principal de los maestros, sin gritos; un lugar donde tener tiempo para
hablar con sus compañeros, que el horario fuera más flexible y que pudieran
elegir qué estudiar, algo que verdaderamente les llamara la atención. Con
respecto a un lugar donde poder hablar, podríamos hacer un inciso recordando la
creación de distintos rincones para que los niños pudieran relajarse cuando lo
necesitaran.
Y es
cierto, los horarios son agotadores, no tienen prácticamente tiempo para hablar
con sus amigos y además cuando llegan a casa deben continuar con su aprendizaje
a través de la tarea que mandan los profesores. No tienen tiempo para el juego,
cosa que también es algo muy importante y como bien dice Tonucci, el juego
siempre está en un tercer plano. Y es que si descontamos las horas de sueño,
les sumamos las horas de clase y les añadimos las horas de los deberes, el
tiempo del juego es muy reducido.
Todos
somos distintos y por lo tanto no podemos pretender que a todos los niños le
apasionen las mismas cosas. La escuela debe de ser un lugar donde se use la
capacidad de experimentación a través de talleres, actividades, etc. Y de esta
manera conseguiríamos dar a cada uno de ellos la capacidad de desarrollar ese
don que seguro que tienen.
Debería
de existir en la escuela una clase donde los discentes pudieran dar su opinión,
para así poder hablar de los temarios y también para hablar sobre lo que pasa
en el mundo, aspecto de gran importancia. Los niños tienen que estar educados
para un futuro y conocer qué está ocurriendo en el mundo, madurando y
expresando su opinión acerca de ello.
Eso sí,
para que suceda todo esto, lo primero que tiene que ocurrir es que los
profesores se adapten a los cambios y estén de acuerdo con ellos.
Bibliografía
Tonucci,
F. (2012). La escuela que queremos. Conferencia, Madrid. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=ntHWXXvxOtk